YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA

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19/12/11

¿QUÉ ES LA NAVIDAD?




¿Qué es la Navidad? ¿Es celebrar el cumpleaños de Jesús? ¿Son las fiestas del Invierno? ¿Tiene sentido celebrar hoy una fiesta tan antigua? ¿Qué es lo importante de estos días? Las dudas son muchas y a veces no sabemos qué responder.

Los romanos celebraban el 25 de diciembre el día del nacimiento del sol y los cristianos a partir del año 313 respetaron la fiesta, pero cambiaron el sentido, pasaron a celebrar el nacimiento de Jesucristo, nuestra luz, nuestro sol, luz que ilumina toda nuestra vida.

San Francisco de Asís inauguró la hermosa tradición de recrear el portal de Belén, con las figuras de San José, María, el niño y un sinfín de pastores, ángeles, Reyes, pajes y una buena cantidad de oficios casi olvidados.

En el norte de Europa de adornan árboles, abetos, con los frutos del invierno y con luces de colores, simbolizando el árbol que nos trajo la vida eterna: la Cruz de Jesús.

A los sabios astrónomos llegados de los confines del mundo con sus mejores regalos para el Rey recién nacido les hemos llamado Melchor, Gaspar y Baltasar y aún no nos explicamos que sigan apareciendo año tras año por nuestras casas. Por no hablar de san Nicolás de Bari, el obispo que regalaba a los niños más pobres juguetes en Nochebuena, convertido en Papá Noel.

Todo esto tiene un origen, una raíz que es la que sostiene este infinito número de tradiciones navideñas: Dios se revela. Dios quiere que le conozcamos, sale a nuestro encuentro, quiere que sepamos cómo es. Dios es Amor, esta es la clave de todo.

La Navidad es el misterio de Dios convertido en un niño recién nacido, en una persona más, como cualquier otro, que llora, que pasa frío y necesita el calor de una madre. El Mesías largamente esperado resulta ser un insignificante bebé envuelto en pobres pañales y acostado en un pesebre. No ha nacido en un palacio rodeado de riquezas y un poderoso ejército, como era de esperar. Nuestro Dios ha entrado en nuestra Historia, es el Señor de la Historia. No ha irrumpido en la Historia, sino que ha pasado casi desapercibido en un diminuto pueblo palestino.

Cada año cuando realizamos los preparativos navideños solemos olvidar lo realmente importante de la Navidad, que Dios ha entrado en la Historia y ha habitado entre nosotros, ha recorrido los caminos, pasado hambre y sed, ha sufrido y nos ha comprendido porque ha estado a nuestro lado.

Desde la Antigüedad el ser humano ha buscado a Dios, pero ha sido Él quien ha salido a nuestro encuentro, se ha encarnado: eso es la Navidad.

Cuando decimos a alguien "Feliz Navidad", le estamos deseando que se convierta en Jesús para alguien necesitado, que muestre su amor como el mismo Dios lo demostró haciéndose uno de nosotros. Es Navidad cuando ayudamos a un necesitado, cuando salimos al encuentro del que nos necesita, como Dios hizo en nuestra Historia. Todos los días del año deberíamos decir "Feliz Navidad", Jesús nace, Jesús está presente, está vivo en cada buena acción, en cada acto de amistad generosa.

Si somos capaces de comprender la importancia de la Navidad, entonces todas las tradiciones navideñas cobran su justo sentido: los regalos, las luces, adornos, turrones, son reflejo de la gran alegría que sentimos al encontarnos con Dios en Navidad.

FELIZ NAVIDAD.

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